El arte de lo mínimo
Gustavo Pérez es un embajador. No del tipo cuyas credenciales debe presentar a las autoridades de cada país, sino que un embajador de un tipo de arte, quizás el más antiguo en la historia de la cultura. Con sus manos ha dado vida a miles de objetos que con una depurada técnica se transforman en su taller de Zoncuantla en obras de arte. Sobre su trabajo, conversó con la periodista Vivian Lavín.
Con el dedo en la llaga
Después de varios años de investigación y acumulación, como buen coleccionista compulsivo, el artista llega con una...
"Las mujeres que quiero mirar a los ojos"
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Un "Planeta" de historietas en Montreal
La librería Planète BD solo vende libros de historietas. Este año cumple 15 años, y sigue creciendo gracias a la...