El ejercicio del recato
En un país, donde hay que twittear los méritos para ser reconocidos, hay quienes optan por el bajo perfil. Esta opción los condena, la mayoría de las veces, a circunscribirse a su ámbito, sin poder compartir sus conocimientos y trayectoria con más personas. Tal vez esta es la razón de ser del recato de Pedro Lastra, como lo describía Gonzalo Rojas; el que haya pasado prácticamente inadvertido que este profesor y poeta chileno, haya ingresado como miembro correspondiente a la Academia Peruana de la Lengua.
Cuando el poeta y académico Pedro Lastra fue incorporado como miembro de número en la Academia Chilena de la Lengua, le correspondió a Adriana Valdés darle la tradicional bienvenida con el discurso de recepción. La también poeta y académica reconocía casi al comienzo de su discurso, antes incluso de dar cuenta que Pedro Lastra se había formado en la Escuela Normal de Chillán, y que de ahí había pasado a estudiar a la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, al Instituto de Literatura Chilena, fundador de la colección Letras de América de la Editorial Universitaria y docente de universidades norteamericanas, era un hombre con particular ejercicio del recato. Una forma de ser que su amigo, el gran poeta Gonzalo Rojas describió en un texto titulado Alabanza a Pedro, y que denominó como cortesía del recato. Dijo entonces Adriana Valdés que los discípulos de Pedro Lastra denominan como decoro esta cualidad suya de ir por la vida de manera cordial y sin alardes de sus conocimientos.
El que este autor de más de una docena de libros de poesía, ensayos y antologías haya obtenido un reconocimiento de tal envergadura es gran honor que insisto, acá ha pasado casi inadvertido.
En su propio discurso de recepción de esta nominación hacía referencia al lado más allá y al lado más acá, al referirse a Perú y Chile. Quien tiene una cercanía y relación tan profunda con los dos países, se refiere a ellos con esa familiaridad con la que hablamos de lo más nuestro, de lo próximo.
La poesía de Pedro Lastra nos muestran sus afectos, el leit motiv de su obra. Por cierto, que en sus versos están sus maestros y amigos, y así se pasean Ricardo Latcham, Alfonso Calderón y Oscar Hahn.
Los invitamos a escuchar esta interesante conversación con la periodista Vivian Lavín.