Haciendo de lo leído una casa
El libro “Yo, mediador /mediadora” es un estudio profundo y comprometido con fines pedagógicos pero que va mucho más allá, cuando dice que la promoción de la lectura debiera ser concebida desde un enfoque de derechos. La periodista Vivian Lavín conversa con el especialista en didáctica de la literatura Felipe Munita.
Hablar de lectura es hacerlo de una práctica que goza de una alta estima y reconocimiento social. ¿Qué es lo que sucede, entonces, que tenemos tan pocos lectores? Los dedos acusadores apuntan a los hogares, la escuela o el Estado. Para entender que la lectura es mucho más que un hábito privado o escolar y que en este "entierro todos tenemos velas", llega a Chile el libro de Felipe Munita "Yo, mediador /mediadora. Mediación y formación de lectores" (Octaedro Ed., 2021). Un libro que concibe que todo ciudadano o ciudadana tenga derecho a la vivencia de esas condiciones bajo las cuales, a veces y por intrincados caminos, la lectura deviene en experiencia de elaboración del mundo propio".
"Mi idea era reunir una serie de resultados obtenidos también en otras investigaciones pero de un modo divulgativo, amable, pero sin perder el espesor académico", dice Munita.
El autor que lleva muchos años trabajando en el fomento lector es un convencido que hay que escuchar a los propios lectores, de aquí que su obra sea considerada como "coral", ya que incluye las voces de lectoras y lectores de diferentes edades y territorios.
En su libro se refiere a la "educación literaria" como un modelo diseñado sobre cómo debiese ser la enseñanza de la literatura hoy. Una herencia de la década de lo 80', cuando se produjo una reflexión que iba más allá de la enseñanza de contenidos respecto de lo leído o de la competencia lectora de cada alumno, y que incluye un aspecto nuevo como es ayudar a otros a experimental el placer de la lectura. "Algo que no es fácil", dice.
"El mediador de lectura es un actor que, premunido de habilidades y saberes de diversos ámbitos ligados al campo cultural y al trabajo social, interviene intencionadamente con el propósito de construir condiciones favorables para la apropiación cultural y la participación en el mundo de lo escrito por parte de sujetos que no han tenido – o han tenido solo parcialmente – la posibilidad de disfrutar de estas condiciones. Lo anterior lo realiza fundamentalmente mediante encuentros intersubjetivos, en los cuales pone en juego su propio mundo interior (afectos, emociones, experiencias lectoras) para crear el espacio de acogida y hospitalidad que necesita toda mediación. Espacio que, en el mejor de los casos, permite a los sujetos superar ciertas barreras (biográficas y socioculturales) que les impedían sentirse invitados a participar de nuevas experiencias con lo escrito, experiencias cuyo objetivo último no es sino el favorecer procesos de cambio y de construcción de sentido en quienes participan de la actividad mediadora", dice en su libro.
"Creo que lo importante es huir de los recetarios y dejar de insistir en la importancia de la lectura. Todo esto aleja a los lectores – dice – para que mediador sea aquel que ayuda a otros a hacer de lo leído una casa".
Felipe Munita es doctor en Didáctica de la Lengua y Literatura y profesor de la Universidad Austral de Chile. Colaborador del grupo GRETEL, uno de los centros de pensamiento y educación más importantes en la promoción de la lectura en Iberoamérica. Autor del premiado libro de poemas Diez pájaros en mi ventana (Ekaré, 2016).
"Proyecto Financiado por el Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura, Convocatoria 2022"
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Fecha de emisión: 15 junio de 2022
© Foto Javiera Munita