Poesía y coraje
La escritura comprometida hoy está de luto. Ha muerto el poeta argentino, Juan Gelman. Fiel a su compromiso, cuando dijo: He decidido vivir y he decidido morir en México, el poeta que nació en Argentina hace 83 años, murió ayer en la tierra de los mexicas. VLP lo recuerda con la entrevista que le realizara hace un par de años, lo invitamos a escucharla.
Juan Gelman es una de las figuras más señeras del compromiso intelectual y político con los valores esenciales de la libertad y el respeto a los derechos humanos. Ex montonero, exiliado, padre y suegro de desaparecidos, el escritor trasandino supo conciliar con profundidad una escritura cargada de sentido y valores y una vida consagrada a la lucha y la consecusión de ellos.
“Poeta cada día cada día cada día” es como el mismo Gelman describe a García Lorca en su poema “Rojo” y que también resume su propia vida.
“Un poeta de la experiencia, abierto al mundo cotidiano o a la realidad en la que se abisma tanto para dar cuenta del amor en su tenaz persistencia o del horror en que viven los pueblos latinomericanos de manera cíclica y permanente”, lo resume el poeta chilene Thoma Harris.
Juan Gelman obtuvo lo más importantes premios de poesía de la lengua castellana.
Fue reconocido en su propio país conel Premio Nacional de Poesía en Argentina; el premio Juan Rulfo en México; Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde.
Nuestro país lo reconocio con el premio Iberoamericano Pablo Neruda y en España, obtuvo el Reina Sofía de Poesía y finalmente, en 20007, el Premio Cervantes, el nobel de las letras castellanas.
Los temas de la poética de Juan Gelman eran el amor, la muerte, la infancia, la justicia social y la fraternidad que se inicia en 1965 con la publicación de Violín y otras cuestiones, libro que inaugura la generación del 60. Desde entonces, ya se ve la marca del poeta César vallejo en su poética, como también su apego a los valores libertarios.
Imposible separar la vida y la obra de este enorme poeta de los sufrientes que vivió en carne propia la desaparición de su hijo Marcelo y de su nuera Claudia en manos de la Dictadura argentina. Gelman no solo luchó con la palabra sino que de manera incansable buscó sus cuerpos y encontró solo el de su nuera, y no cejó. Fruto de esa búsqueda rebelde y persistente como él mismo, pudo “recobrar” a su nieta, que por más de dos décadas vivió bajo una identidad falsa, víctima del ocultamiento cruel que se practicó de manera sistemática con los hijos de los desaparecidos en la vecina Argentina.
Nuestro país tuvo a bien en homenajear a Gelman con el más grande premio que concede el estado chileno a la poesía. Cuando vino a recibir el premio de poesía iberoamericnano Pablo Neruda, Gelman decía:
Se apaga la voz de un hombre imprescindible.
Es un tiempo de silencio.