Sin Carbono y una gran huella cultural
Es la tercera versión de un proyecto que nació en el Goethe Institute de Chile con la conciencia medioambiental de que no es necesario desplazarse físicamente para producir un intercambio literario entre autores de Chile y Alemania. El año 2020 y su pandemia por el Covid19 les dio la razón, y han podido desarrollar estas residencias literarias sin huella de Carbono pero sí con una gran huella cultural. Conversamos con la curadora de esta edición Maia Traine, algunos de los escritores que han empezado a dialogar a la distancia y el director del Goethe Institute -Chile, Christoph Bertrams.
La idea de hacer residencias artísticas sin huella de carbono pero con profusos intercambios literarios a través de la web fueron concebidas en un mundo sin pandemia. Resulta que hoy cuando todo se ha detenido, el proyecto #entrelíneas2020 cobra una importancia y sentido mucho mayor al pensado hace tres años.
El director de Goethe Institute Christoph Bertrams es uno de sus promotores y más grandes entusiastas, quien ve con satisfacción que cuando todo el mundo cultural se ha detenido, un proyecto como este ha continuado como si nada hubiera sucedido. "Los tres curados le han dado un sello especial a cada una de las ediciones de Entre Líneas y estamos ansiosos de saber qué dirán en poco tiempo, cuando los 6 autores autores lean a Pablo de Rokha. Este es un proyecto "on going", en desarrollo, y la primera serie de textos ya están en línea", explica. Los primeros textos nacieron a partir de la pregunta de la curadora Maia Traine sobre la escritura como resistencia o refugio. ¿De qué manera los escritores se plantearon este tema y cuáles están siendo los resultados preliminares? "En las entregas que hacen los autores cada dos semanas hay un solo un requisito: no deben superar las dos páginas. La forma es libre y así surgieron textos en prosa y también poesía. Los resultados de la lengua como refugio son muy variados, nos hacen sentir el refugio que es la lengua. Luego, hay textos que nos enfrentan con el pasado oscuro de Alemania y su actual multiculturalidad", responde Maia.
A continuación, la respuesta de algunos de los autores participantes:
JONNAS LINNEBANK: "A mí me ha hecho más sentido responder que la lengua no es ni refugio ni resistencia porque – al menos, como yo veo la escena literaria alemana– , se habla mucho de que la lengua es resistente, que la lengua es una resistencia, y se lo usa como una excusa para no pensar más sobre política o para decir "ok, no entiendes el poema, eso es justamente el acto de resistencia"... y con eso pasa a ser automáticamente un poema. Bueno, sin siquiera hacer el intento de buscar la resistencia en la comprensión y jugar con ella, y quizás intentarlo pese a todo, o quizás, incluso, no intentarlo, pero a propósito. En todo caso, se reflexiona poco acerca de esto, a mi modo de ver, y porque la resistencia es un tema popular en las convocatorias, quería contraponerle algo así".
SARAH CLAIRE WRAY: "Decidí responder la primera del lenguaje como resistencia, porque la escritura y el arte en general -vengo del teatro- es siempre político para mí, y con eso no me refiero necesariamente a temas políticos, sino a que el arte debe actuar siempre en un contexto y debe reflejar siempre el contexto, eso significa para mí, cuando escribo sobre un tema que no sólo sigo la emoción pura, sino que siempre trato de escribir socialmente, de escribir en el pensamiento social. Y el lenguaje también como resistencia, porque para mí la escritura o lo que está escrito, es decir, el texto, y el arte mismo y la educación tienen el potencial de liberar a la gente. Estoy muy convencida de que la educación puede emanciparte y liberarte de tu propia situación. Me refiero sobre todo a la gente que vive en situaciones de opresión, y por eso mismo el lenguaje como resistencia.
CANSEV DURU: "Cuando me enteré de loque que íbamos a escribir durante la residencia en línea, tengo que decir que para mí, tanto el refugio como la resistencia no son sólo dos palabras, sino dos tipos y formas de comportamiento que van juntas. Es así: Empecé a escribir hace unos años porque siempre sentí que no era suficiente. Una de las razones de esto fue que crecí en una sociedad muy racista, que siempre me marcó como extraña y diferente y no suficiente. Pero también fue porque siempre tuve la sensación de que el arte siempre tiene que tener un estándar muy alto, un nivel y un conocimiento y talento, lo cual no es cierto. La escritura fue inicialmente un refugio para mí, en el que me ocupaba de mí misma y de mi entorno, pero también para encontrar respuestas a todas estas estrategias a los mecanismos de opresión. A menudo escribo de forma sarcástica, escribo de forma ambigua, es decir, a menudo la gente no entiende a primera vista de qué se trata, porque en mi opinión la gente ya no se involucra tanto con los demás, simplemente cada uno tiene diferentes perspectivas, diferentes opiniones, y entonces en algún momento me di cuenta de que a través del lenguaje que utilizo ofrezco resistencia, una resistencia que viene del refugio en cuestión. Y lo hago como quiero, cuando quiero, donde quiero, y eso me libera. Creo que la resistencia sólo puede ofrecerse si existe un lugar de refugio de alguna forma.
ISABEL FONSECA: "Para mí escribir hoy en día se ha convertido en un acto de resistencia... Muchas veces cuando escribo siento que las imágenes y las palabras aparecen solas como si siempre hubiesenn estado ahí esperando a que yo las mezclara, a que yo las hiciera aparecer, a que yo plasmara mi visión particular del mundo, desde ahí es donde puedo conectar con alguien más, con eel que llee con su forma particular de ver el mundo. Durante el año pasado, llevé una bitácora de cada día desde el 18 de octubre, o quizás un par de días antes, en las notas de mi celular iba escribiendo todo lo que veía, todo lo que sentía cada noche cuando llegaba desde la calle a mi casa. Pienso que escribir es un gesto tan antiguo quizás como el ser humano. Lo que queremos realmente es existir, es dejar de ser invisibles y poder conectar con otro. Hoy, cuando todo parece tratarse del individuo, la vida nos pone en medio de esta crisis y es muy claro de observar cómo la escritura, lectura, y el poder conectar con el sentir más profundo de alguien másnos hace darnos cuenta que nos estamos solos, que hay alguien más, quizás al otro lado del mundo, sintiendo, pensando y viendo cosas muy parecidad a las que yo puedo ver. Quizás esa sea la resistencia, permanecer unidos".
ASHLE OZULJEVIC SUBAIQUE: "En mi caso, parte de mi escritura por supuesto derivada de aprte de mis lecturas están yendo por el camnino de la desconfianza del lenguaje como un instrumento realmente útil. Quiero decir poner en duda, si realmente lo que nos ofrece el lenguaje que es la comunciación es lo que otorga, o si siempre hay un vacío entre lo que digo y lo que entiendes o lo que dices y lo que entiendo. Eso por un lado, y considerar a la lengua como un refugio me ha levado a pensar que son finalmente ese refugio estaría construido con las palabras heredadas, un lenguaje materno. Y si esa herencia es arbitraria y es convencional y bueno, lo que para mi caso no estan positivo por otro lado, el lenguaje siempre se está modificando, evolucionando, se está moviendo, fluye lo que equilibraría en positivo. Creo que el refugio qiue establecemos o que debiésemos establecer con el lenguaje más allá de lo materno tendría que ser con las elecciones que vamos haciendo dentro del lenguaje: cómo en nosotros mismos va evolucionando lo que de alguna manera me hace pensar en si ya habitamos la tierra de neustros padres y hablamos la lengua de nuestros padres y madres o si habitamos en realidad la nuestra propia, o la que queremos heredar a nuestras hijas. Esa es mI lucha.