Un Festival para quienes hacen y aman los libros
El máximo dirigente de los editores de Corea explica cómo la Feria Internacional del Libro de Corea (SIBF) es hoy un espacio de promoción de la lectura más que solo un lugar de venta de libros. "Este es un Festival para quienes hacen y aman los libros", dice. El señor Chul-ho Yoon cuenta también sobe el interés que despierta el mercado latinoamericano para los editores coreanos. Sin embargo, es cauto a la hora de explicar el panorama ya que la lejanía, principalmente, atenta contra los deseos de estrechar los lazos a uno y otro lado del Pacífico. En esta conversación exclusiva con la periodista y agente literaria Vivian Lavín, el Presidente de la Asociación de Editores Coreanos Chul-ho Yoon cuenta sobre los cambios de la industria de su país y las posibilidades que se abren allí para el intercambio editorial entre nuestras naciones.
¿Cuáles son las claves y la misión que tiene la Feria del Libro, en un país que pareciera que todo fuera tecnología?
Esto es un festival que se hace para personas que hacen y aman los libros. Ofrece una oportunidad para interactuar directamente con quienes los hacen, como los editores y escritores. Esta Feria pasó por un período difícil hasta hace tres años aproximadamente, cuando la gente dejó de ver el valor de los libros y tampoco veían el valor comercial, particularmente de la industria editorial. Nosotros promovemos el valor de la lectura, el valor de los libros que va más allá de su valor económico. Ahora, las personas han comenzado a entender el valor de los libros y la lectura y hemos recibido muy buenos comentarios.
¿Qué rol que tiene el libro como herramienta de educación hoy en Corea?
Hasta hace unos años atrás, las personas venían a buscar descuentos y libros muy baratos, pero nuestro gobierno actual introdujo el Precio fijo del libro, lo que significa que las editoriales no pueden ofrecer descuentos por su cuenta si no que deben ofrecer el precio fijo determinado por el gobierno. Así es cómo la gente dejó de encontrar descuentos en la Feria y eso produjo una gran caída del impacto comercial de la Feria y también el número de visitas bajó considerablemente. Muchos creyeron que sería el fin de nuestro Festival. Luego, nosotros decidimos enfocarnos en los aspectos de la lectura que no son comerciales, y lo hicimos sobre el importante rol que tienen los libros en nuestra sociedad. Hicimos una invitación a las editoriales para utilizar el espacio de la Feria como un espacio para interactuar con los lectores y promover la lectura, la cultura de la lectura y eso terminó atrayendo a muchos lectores finalmente.
¿Cómo ven al mercado latinoamericano?
Hay mucho interés por parte de editoriales coreanas en el mercado latinoamericano ya que ven un gran potencial en esa industria. Lo cierto es que la Latinoamérica está muy lejos y participar en Ferias como la Feria del Libro de Guadalajara es muy demandante físicamente. Esta es una dificultad y queremos ver que el mercado interno esté más estable antes de expandirse al extranjero. Pero sí hay interés a pesar de eso.
¿Cuál es el rol de las editoriales independientes coreanas y su relación con Latinoamérica?
Hay editoriales que en particular están intentando tener más conexión, pero hablando estructuralmente, la mayoría de las editoriales independientes coreanas son muy pequeñas y es muy difícil que aseguren financiamiento suficiente para este tipo de inversión. Chile, por ejemplo, piensan que es un mercado nuevo e interesante donde pueden desarrollar nuevos lectores y conexiones pero es difícil concretar algo que queda tan lejos. Pero el interés en el mercado latinoamericano está, de seguro.