Una ensayista de gran calado
Es una de las mentes más lúcidas de nuestra "republiqueta". Como traductora, ensayista y activa miembra de la Academia Chilena de la Lengua es una de las que ha marcado la presencia femenina en un ámbito tradicionalmente masculino. Desde la literatura a las artes visuales, Adriana se mueve como "pez en el agua" con una excelente curaduría para detectar el talento en los más jóvenes.
studió Pedagogía en Castellano en la Universidad Católica entre 1965 y 1975. Pero su vocación formadora la vaciaría en el lenguaje como ejercicio permanente de aprendizaje, personal y comunitario. Así es como se convirtió en una de las más destacadas ensayistas de nuestro país, un género que le ha permitido leer, pensar, conversar y, sobre todo, escribir, preferentemente, en torno a la Literatura y las Artes Visuales. En el año 1996, publica Composición de lugar. Escritos sobre cultura. Luego, Memorias visuales. Arte Contemporáneo en Chile. El año 2008, publica Enrique Lihn: vistas parciales, sobre quien fuera su pareja y un trabajo premiado el Premio Altazor, y que es reeditado este año. Prepara una edición de sus ensayos reunidos. Es autora de un libro de poemas: Señoras de buen morir (2011). Es Vicedirectora de la Academia Chilena de la Lengua y en esta conversación junto a Vivian Lavín demuestra la lucidez y honestidad para enfrentar a sus objetos de estudio más queridos: el arte, la poesía y, por cierto, las personas talentosas.