10 años medalla Colibrí
Los premios son una de las grandes deudas de la industria editorial. La Medalla Colibrí se alza como una instancia de enorme valor para quienes son parte del ecosistema de la LIJ chilena.Los invitamos a recordar sus comienzos a través de sus voces más destacadas en este audio reportaje de Vuelan las Plumas e IBBY Chile.
Hace más de 10 años que IBBY Chile, la sección chilena de la Organización Internacional para el libro Infantil y Juvenil con sede en Suiza y representación en más de 70 países, soñaba con distinguir de alguna manera lo mejor de la producción nacional de libros para niños, niñas y adolescentes. En otros países socios existían premios como el Hans Christian Andersen, el llamado Premio Nobel de la LIJ, y distinciones como los Cuervos Blancos (White Ravens en inglés) otorgadas por la Biblioteca Internacional de la Juventud de Munich. En América Latina, instituciones como Fundalectura de Colombia, El Banco del Libro de Venezuela o ALIJA en Argentina tenían sus propias maneras de reconocer los libros producidos en sus respectivos países. IBBY Chile también aspiraba a hacer lo propio.
Tras un arduo trabajo en conjunto con el Comité de Evaluación de Libros Infantiles y Juveniles del Centro Lector de Lo Barnechea, el año 2012 se abre la convocatoria para invitar a las editoriales chilenas a participar en la primera versión de la Medalla Colibrí. Como su nombre lo indica, consiste en otorgar una distinción, una medalla de reconocimiento a lo mejor de la LIJ producida cada año en Chile, a la manera de las Medallas Caldecott a la ilustración o Newberry a la literatura juvenil.
¿Cómo recibiría el medio de la LIJ la idea de este galardón?, se preguntaban los organizadores. La respuesta no tarda en llegar: 80 títulos de editoriales grandes y pequeñas, tradicionales y vanguardistas, dependientes e independientes se someten a un jurado especializado en la primera versión de la Medalla Colibrí ese año 2012. Desde entonces, cada año el número de títulos sigue creciendo.
María José González, ex Presidenta de IBBY Chile, ex Directora del Centro Lector de Lo Barnechea y una de las gestoras de la Medalla Colibrí, nos cuenta más sobre el origen de esta iniciativa:
"En el año 2012 se firmó un convenio entre el Centro Elector de Lo Barnechea e IBBY Chile. En esa época yo estaba como directora en el Centro Lector de Lo Barnechea y María Eugenia Coeymans, era la presidenta de Chile y estábamos buscando desde hacía tiempo una sede, una casa para IBBY Chile y en el Centro Lector estaba el área de mediación que se estaba formando y que podía ser una casa para IBBY Chile. Además, teníamos en esa época la iniciativa de El Comité de Evaluación de Libros para Niños y Jóvenes, que estaba constituido por 20 especialistas voluntarios y había bibliotecarios, editores, ilustradores, profesores y recomendaban, o sea, leíamos libros para recomendar. Entonces nuestra idea era juntar la iniciativa del Comité de evaluación más el trabajo que hacía IBBY Chile y la idea al tener la Medalla Colibrí era no solamente entregar una retroalimentación a los mediadores, sino tener títulos distinguidos cada año para incluirlos en la lista de honor de IBBY Chile para enviar libros recomendados que circulan por todo el mundo".
En estos 10 años de trayectoria, la Medalla Colibrí ha cambiado al igual que lo ha hecho la literatura para niños, niñas y adolescentes, y el medio editorial chileno. Lo que comenzó con 8 categorías relacionadas con la ficción, la ilustración, la no ficción, la labor editorial y la Medalla Colección, tiene ahora 12 categorías. Se han sumado el libro álbum, el cómic, la poesía, los libros para bebés y el Rescate editorial.
Los cambios se deben a que el equipo de coordinación de la Medalla, liderado en los últimos años por Luz Yennifer Reyes, actual presidenta de IBBY Chile, reflexiona permanentemente sobre este reconocimiento y no olvida que debe ser un aporte concreto y actual para los mediadores de la lectura, entre los que se incluyen editores, autores, ilustradores, bibliotecarios, docentes y educadores, entre otros.
"Sí, bueno, es necesario que exista un espacio de reconocimiento para la producción nacional del país, ¿no? Existen diferentes premios a nivel nacional en Chile y a nivel regional también, pero que en particular tengan la posibilidad de destacar personas desde sus diferentes roles como traductores, editores, autores autoras, ilustradores, ilustradoras, no es tan latente, así que por eso creemos que la Medalla Colibrí es súper importante para visibilizar la labor de esta cadena del libro, de este ecosistema del libro para niños y niñas en el país y también visibilizarlo no sólo en el mismo país, sino fuera de él.
La Medalla Colibrí ha construido durante estos 10 años esa fortaleza de poder llevar hacia lectores y lectoras, no solamente a nivel nacional, sino también internacional, y no solamente a mediadores y mediadoras que trabajamos en la LIJ, sino también a padres de familia, a docentes, a diferentes personas que también toman la Medalla Colibrí como una base para sus colecciones bibliográficas. Entonces resulta súper pertinente que exista un premio de esta naturaleza y que pueda ser validado por diferentes instancias", dice Luz Yennifer.
Un elemento clave en el éxito de la Medalla Colibrí han sido sus jurados. Cada año un grupo amplio de especialistas, teóricos, autores, ilustradores, bibliotecarios y otros mediadores del libro y la lectura leen a conciencia, discuten y evalúan objetivamente los títulos recibidos.
Sobre esta experiencia, nos habla Carola Vesely, ex jurado de la Medalla Colibrí en varias categorías, académica de la USACH y socia de IBBY Chile:
"Es un gran honor tener la posibilidad de leer todo lo que se está publicando y en esta mirada retrospectiva de 10 años, muy interesante cómo la Medalla se ha constituido como una radiografía de la edición. La producción de LIJ en Chile es un excelente registro y una gran plataforma a la vez para su internacionalización.
En este periodo de 10 años he visto Varias cosas que son maravillosas, por un lado, el progresivo aumento de las publicaciones de esta de la literatura para la infancia, adolescencia y juventud, por otro lado, la proliferación creciente de editoriales independientes que están trabajando sobre esta literatura para estos públicos, y lo más importante, tal vez, lo que para mí significa el ingreso decisivo de la LIJ a las altas liga de la literatura con mayúsculas. Es que he visto una creciente aumento de la calidad, también de las publicaciones; cantidad y calidad, para mi gusto este ejercicio retrospectivo que estamos haciendo en estos últimos 10 años de la Medalla Colibrí me hacen visualizar algo así como una edad de oro de la LIJ chilena, donde veo el ingreso definitivo de la LIJ en Chile a la literatura con mayúsculas, como decía, pero a su vez en la literatura contemporánea, porque me he dado cuenta también como cada vez más se van produciendo publicaciones de gran calidad en nuevo género, por ejemplo, como el álbum, pero también el álbum lírico y en el caso también del libro informativo. No todos estos géneros que han proliferado muchísimo y que significa el sello contemporáneo de la Liga. Hemos dado un paso muy importante adelante de la LIJ arquetípica del tradicional y estamos entonces, como yo digo, en las grandes ligas de la LIJ universal contemporánea, esa es mi experiencia, un trabajo maravilloso el de IBBY Chile en la Medalla Colibrí y que sean muchos años más."
Por otra parte, para los autores, la Medalla Colibrí es una suerte de retroalimentación de su trabajo como creadores. María José Ferrada, poeta, escritora y periodista, ganadora en más de una ocasión de este reconocimiento, nos cuenta qué piensa de la Medalla Colibrí:
"Creo que el trabajo que realiza IBBY a través de la Medalla Colibrí. Es un importante trabajo y que ayuda a llamar la atención sobre ciertos títulos que las personas que otorgan la Medalla consideran que no se deberían perder entre todas las publicaciones de literatura infantil que hay cada año, que sabemos que son un montón. Creo que las Medallas son de mucha ayuda, por ejemplo, para los profesores, los bibliotecarios y también para todos los que quieren elegir un libro para un niño, es imposible conocer todo lo que aparece; porque es mucho, entonces este premio, esta medalla que otorga la gente que sí ve gran parte de los de lo que se publica cada año, creo que funciona como una muy valiosa recomendación".
Actualmente, IBBY Chile trabaja para que la Medalla Colibrí tenga muchos años más de vida, porque sabe que quedan grandes desafíos en torno a la lectura y los libros para niños, niñas y adolescentes en Chile. El más importante es dar voz a los lectores, los principales destinatarios de los libros que se distinguen. Quizá llegó la hora de que también deliberen sobre las lecturas que se están creando y editando en nuestro país para ellas y ellos. Al fin y al cabo, son actores fundamentales en el ecosistema del libro y la lectura.
¿Cómo enfrentará IBBY Chile este nuevo desafío? Se los contaremos en 10 años más...
Este audio-reportaje fue realizado por María José González y María Isabel Aguirre.
Escuchamos las voces de María José González, Luz Yennifer Reyes, Carola Vesely y María José Ferrada, en orden de aparición.
La narración es de María Isabel Aguirre.