Cuentos sin domicilio
La escritora conversa sobre Lugar, una antología, publicada por Ediciones de la Lumbre, que resulta ser un heredero de su libro anterior, pero más crecido y mejorado. Un grupo de cuentos personificados por mujeres tan disímiles como heridas, que pareciera que descorrieran solo un poco la cortina de su intimidad para dejarnos escuchar la música de fondo de sus vidas.
Si le digo que recuerde "el ruido de una navaja cuando corta un papel: ese ruido sutil y feroz a la vez: que mantiene en alerta y eriza la piel" y si le digo ahora que esa es la forma en que la escritora mexicana Cristina Rivera garza define la escritura de María José Navia, sin duda se remecerá. Y es que esta escritora y académica, no es nada de condescendiente como para andar diciendo palabras de buena crianza y para que defina así el trabajo de María José es porque lo conoce y lo admira. Pero tampoco es novedad. Esta autora está considerada dentro de las más importantes de la narrativa sudamericana, autora de la novela SANT (2010) y la antología Instrucciones para ser feliz (2015). Ya ha sido traducida al inglés, francés y ruso. Pero en literatura lo más seguro es probar de primera persona, y dejar que nosotros mismos escuchemos cómo concatena las palabras hasta formar las imágenes y las historias que son parte de Lugar, una antología, publicada por Ediciones de la Lumbre, un grupo de cuentos personificados por mujeres tan disímiles como heridas, que pareciera que descorrieran solo un poco la cortina de su intimidad para dejarnos escuchar esa música de fondo de sus vidas.