EXCLUSIVO: Diamela y su larga marcha hacia La Moneda
Artista performática, académica, escritora... Son muchos los mundos que habita esta enorme mujer cuyo trabajo es considerado como uno de los más rupturistas del Chile reciente. Su lectura de nuestra historia y sus pliegues permiten entender el revés de la trama y por ello que con ella iniciamos el ciclo de "Mujeres imprescindibles".
El golpe de Estado cívico-militar de 1973 encontró a la Licenciada en Letras Diamela Eltit con 24 años de edad, realizando un postgrado en el Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad de Chile. Un espacio único de creación y disidencia para artistas, poetas y teóricos del arte como Lotty Rosenfeld, Eugenia Brito,Raúl Zurita como también Nelly Richard, Carlos Leppe y Carlos Altamirano, fuera de la mira asesina de los militares y, domiciliado en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de esa casa de estudios. Un año más tarde, un grupo de ellos formaba el Colectivo de Acciones de Arte, CADA, una forma de resistir desde la trinchera artística en clave multidisciplinaria. Su trabajo fue tan importante, que el año 2018 fue parte, junto a otras 120 artistas de 15 países, de la muestra: "Mujeres radicales del arte latinoamericano, 1960-1985", en el Museo de Brooklyn de Nueva York, que reúne obras de mujeres artistas cuyo trabajo fue influenciado por el activismo social y la política.
Diamela Eltit es la que incomoda y dice que los altos edificios espejados que hoy se alzan en la ciudad de Santiago no reflejan la verdadera cara de Chile; que las mujeres siguen siendo el cuerpo del delito; que la patria está sangrando.
A partir de Lumpérica, en el año 1983, inicia uno de los caminos más provocativos y rompedores de la narrativa chilena configurando un corpus de más de una docena de novelas, que hoy tiene un nuevo eslabón, llamado SUMAR, su última novela que narra una multitudinaria e interminable marcha de 12.500km hacia La Moneda.