Memorial de un bufón
Lo dice repetidamente Juan Radrigán, “antes que se desborde el río”, poniendo en la boca de sus personajes una suerte de visión profética tan connatural al teatro. Memorial de un bufón es la obra de teatro de la que es autor, director y entusiasta espectador.
Esta vez Radrigán se ha propuesto hacer reír con una comedia absurda con visos de realidad pero que termina haciéndonos llorar con una comedia real con visos de absurdo al retratar nuestra vida y el sistema en el que estamos insertos.
Memorial de un bufón es una obra difícil, donde los actores deben hacer piruetas, bailar y cantar como empleados de la Oficina de reclamos de la Compañía Indagadora "El Desahogo". Sociedad sumamente anónima, pero altamente sospechosa. Allí trabajan Segovia y Lidia, dos empleados que deben recibir las quejas y consultas de los clientes bajo un sistema de trabajo altamente controlado, con cámaras, escuchas y órdenes por altoparlantes. Sobre una de las murallas de la oficina se lee en alemán: "ARBEIT MACHT FREI", cuya traducción está en las chaquetillas rojas que usan los empleados: EL TRABAJO NOS HARÁ LIBRES, la fatídica frase que usaba el régimen de Hitler en los campos de concentración.
Durante casi dos horas, Ximena Morales, Víctor Fáundez, Renzo Oviedo, Leo Santana y César Pacheco y Leni Hidalgo, dan vida al Jalea, el Pasao pa´la punta, el afuerino y otros personajes reconocibles en la obra completa de Juan Radrigán.
Los invitamos a escuchar esta interesante conversación con Vivian Lavín.