Entrevista a Nivia Palma Manríquez

Molesta por indolencia cultural

Para los de memoria más amplia, el nombre de Nivia Palma se asocia a uno de los hechos que evidenciaron las dos almas de la Concertación: corría el año 2002 y la entonces secretaria ejecutiva del Fondart renunciaba acusando presiones de censura por parte de la Armada y de la entonces ministra de educación Mariana Aylwin, en contra de la obra Prat de la dramaturga Manuela Infante. Nivia Palma estaba desde el año 1993 dentro de la arquitectura cultural chilena, como secretaria ejecutiva del Fondo Nacional del Libro, años después sería directora de la DIBAM, vicepresidenta ejecutiva del Consejo de Monumentos Nacionales, Ministra de Bienes Nacionales y hoy, parte del directorio de TVN.

Para los de memoria más amplia, el nombre de Nivia Palma se asocia a uno de los hechos que evidenciaron las dos almas de la Concertación: corría el año 2002 y la entonces secretaria ejecutiva del Fondart renunciaba acusando presiones de censura por parte de la Armada y de la entonces ministra de educación Mariana Aylwin, en contra de la obra Prat de la dramaturga Manuela Infante.
Nivia Palma estaba desde el año 1993 dentro de la arquitectura cultural chilena, como secretaria ejecutiva del Fondo Nacional del Libro, años después sería directora de la DIBAM, vicepresidenta ejecutiva del Consejo de Monumentos Nacionales, Ministra de Bienes Nacionales y hoy, parte del directorio de TVN.

Nivia Palma Manríquez está molesta. Como asesora legal del ex ministro de cultura Ernesto Ottone, a quien le correspondió la creación de la actual infraestructura cultural llamada Ministerio de las Artes, la Cultura y el Patrimonio, sabe que las atribuciones de la ministra que lo encabeza hoy le permiten haber "peleado frente al ministerio de Hacienda" los recursos que les fueron esquilmados. Más de U$200 millones que no pudieron ir en ayuda de los sectores culturales y, en cambio, destinados a otros usos en medio de la pandemia.

Esos recursos considera que debieron haber sido asignados rápidamente de modo de apoyar a los artistas, escritores y gestores culturales de las diversas industrias que hoy enfrentan una situación más que compleja.

Como integrante del Directorio de TVN es muy crítica y fue quien detuvo la enajenación del edificio que estaba en marcha. Ahora, desde su interior, lucha porque se legisle por un nuevo gobierno corporativo que no esté dentro de la lógica del sistema binominal. En definitiva, no espera quedarse allí hasta 2027, cuando terminaría su mandato, sino que ojalá irse en en dos años, para que un nuevo directorio diseñe un canal un canal público fuera de la lógica del mercado.

Nivia Palma conversa con Vivian Lavín en Vuelan las Plumas.

Miércoles 14 octubre 2020